Me encuentro con compañeros de trabajo con los que en diversas ocasiones planteamos esta pregunta : ¿contrato un profesor de padel autónomo o en nómina?
En el título he puesto padel pero podría ser monitor de fitness,etc. Lógicamente cada uno con sus peculiaridades.
He querido escribir este post aprovechando que he tenido la suerte de conocer la incorporación en las mismas fechas (Septiembre) de dos técnicos, uno como autónomo y el otro con nómina, por lo que os voy a desglosar la evolución de ambos en cuanto a captación de alumnos y resultados en la facturación. 
Como veréis cada caso tiene sus pros y contras y deberéis valorar la importancia que tiene para vostros cada uno de estos aspectos para inclinaros por una opción o la otra.
Soy de la opinión que toda retribución debe tener una parte variable en función de la consecución de unos objetivos. No quiero entrar en detalles de como deben ser estos objetivos (queda pendiente para otro post) pero evidentemente deben ser alcanzables y motivadores.
En otros posts ya hemos hablado de los aspectos a tener en cuenta para elegir contratar una empresa externa para que gestione la escuela de tenis o gestionarla directamente desde el club.
Entrenador A
Autónomo que factura un 60% de lo que ingresa la instalación. Se hace cargo de:
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Obligaciones legales y tributarias (Hacienda y Seguridad Social).
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Material (pelotas, equipación, …).
El club gestiona los ingresos y aporta las pistas, se lleva un 40%.
OJO! Hay que tener en cuenta el IVA tanto de lo que se cobra al cliente como en el porcentaje del técnico (si en ese 60% está incluido el IVA o no).
También debe resolverse que pasa con las vacaciones y fechas en las que las disfrutará.
Entrenador B
Contratado por la entidad. También dispone de un variable de 150€ si consigue un incremento neto de alumnos cada mes, que también varía en función de cuantos alumnos netos consigue cada mes. No es lo mismo, ni para el trabajador ni para la entidad, ni motiva lo mismo que te retribuyan por tener 3 alumnos más un mes que 15. Sueldo de 1600€ brutos (1.220€ netos), que suponen un coste empresa de 2.200€ mensuales para la empresa.
No existía escuela de padel antes del acuerdo con estos dos técnicos por lo que tenían que empezar «de cero».
El entrenador A empezó consiguiendo 16 alumnos que supusieron aproximadamente 1.200€ de facturación.
En el mes de Noviembre tenía 26 alumnos y facturó 1.700€.
En Enero ya tenía 42 alumnos y una facturación de 2.900€.
Teniendo en cuenta las condiciones pactadas, su retribución neta (excluyendo la cuota de autónomo y demás gastos) supuso en los tres meses mencionados 370€, 650€ y 1.370€ respectivamente.
El club ganó 480€, 680€ y 1.160€ en esos 3 meses.
A estos beneficios hay que descontar el alquiler de la pista (utilizada por el técnico y que no ha podido alquilar a otras personas), luz, gastos de gestión (tanto administrativos como bancarios).
Acabó el mes de Junio con 58 alumnos y 3.950€ de facturación.
El entrenador B empezó en Octubre con 14 alumnos y 1.080€ de facturación.
En el mes de Noviembre tenía 22 alumnos y facturó 1.450€.
En Enero ya tenía 34 alumnos y una facturación de 2.200€.
En este caso el técnico contratado no fue rentable para la entidad hasta que superó el umbral de los 35 alumnos puesto que recordemos que ésta tiene un coste mensual de 2.200€. Además hay que tener en cuenta los variables, los gastos de material (luz, pelotas,…) y que esas pistas ocupadas por clases no se pueden alquilar.
También debes incorporar los 2.200€ del mes de vacaciones y que no va a hacer clases.
Acabó el mes de Junio con 42 alumnos y 2.700€ de facturación.
Se supone que empezará la siguiente temporada con este número de alumnos consolidado por lo que la entidad verá beneficiose económicos escogiendo esta opción.
Conclusiones
Podemos concluir, sin tener en cuenta que uno pueda ser mejor entrenador que otro o que tenga más habilidades comerciales o sociales, que el que ha conseguido incrementar el nñumero de alumnos ha sido el entrenador A, y que el más rentable económicamente de ambos para el club ha sido también el entrenador A.
Podemos observar que ha habido un estancamiento de alumnos por parte del entrenador B. A lo mejor el variable no está bien planteado o no le hace falta para vivir según sus expectativas o realmente hay menos mercado en un centro que en el otro.
Veremos si el entrenador A sigue el año que viene o se lleva a sus alumnos a un club cercano porque él consigue mejores condiciones (lo siento pero hay mucho pirata en este sector).
A lo mejor el técnico B se ha dedicado a organizar más torneos puesto que la prioridad para la entidad era generar ambiente.
Aunque, como puedes comprobar, hay infinidad de variables que afectan al rendimiento de cualquier profesional, si no quieres cargarte de estructura, me inclino por el profesor autónomo.
Espero vuestros comentarios.
ALBAN DE LEON 
Hola,
He tenido la suerte, que a veces he maldecido, de tener a profesores en ambas modalidades. Y aunque al principio piensas que un autónomo te puede dejar tirado cuando quiera y que él tiene la sartén por el mango, he tenido mejores resultados con éstos. Personalmente me da igual que el autónomo gane más que si estuviera contratado. Se trata de una relación win-win.
Saludos!
Desde mi punto de vista, para la entidad un buen acuerdo con un autónomo es más rentable a volúmenes pequeños de alumnos. Si consideramos que un técnico puede realizar entre 25 y 35 horas por semana y tener una media de 3 alumnos por hora, el numero de alumnos que puede asumir se mueve entre los 75 y 105 alumnos. A partir de ahí ya se requiere más personal y puedes optar contratar un segundo autónomo o que el primero tenga colaboradores a su cargo, por lo que el modelo varia y ya estamos hablando de «Gestión Externa».
Por tanto a volúmenes de más de 120 alumnos seguramente el modelo será mejor a base de contratados incentivados.
Un autónomo no te dejará tirado si las condiciones iniciales son buenas para él y si la instalación le ayuda en la captación de clientes.
En el caso se nos propone, que implicó empezar de cero, echo de menos un periodo transitorio en el cual las condiciones para el autónomo sean algo mejores para que pueda dedicarse a nosotros, ya que de no ser así, tiene que tener otras ocupaciones para poder salir adelante y por tanto, nuestro objetivo que es el incremento de facturación, se va a demorar por falta de dedicación.
Saludos
Gracias Ignasi por tu aportación. Estoy bastante de acuerdo con lo que comentas. En cuanto a las condiciones iniciales para el autónomo, creo que se debe aplicar la estrategia del agricultor: Primero siembra y después recoge. Si en el período inicial mejoras las condiciones al autónomo, la rentabilidad de la entidad se ve afectada negativamente y pienso que de esta manera, el autónomo se esforzará en llegar al punto que consiga unos ingresos mínimos viables para su actividad.
Un saludo.
PD: por cierto, nos vemos pronto.